Rodica Draghincescu
(Rumania-Francia)
EX TUNC
el amor solo existe para los débiles y los necios. gloria de ángeles arqueros que se han cortado sus alas y ahora se escupen palabras tiernas entre ellos riéndose de la luna y de su adiposo relieve hepático contemplado a través de un sucio cristal sobre el cual orbita aun theia en rotación sincrónica
nadie ama bastante cuando es amado demasiado y así en comparación con la banalidad y la desesperación los cráteres de los cerebros desproporcionadamente enamorados parecen de abajo a arriba mareas de sequedad sobre el cielo de la noche interior
no existen sino recuerdos personales y prematuros que nos hacen soñar que nos han crecido dientes por todas partes. estamos cerca de la infancia o de la ancianidad y nos hacemos confesiones (caprichos dolorosos pero útiles para las afecciones neuromusculares)
no existe un amor para inteligentes. estos se paran y escuchan lo que se les cuenta con indiferencia y con la vaciedad de la identidad en la punta de la lengua (los presentimientos y las preguntas y las querencias en que nos palpamos orgullosos y extranjeros)
estamos uno encima del oro con fuerza y nos calculamos las certidumbres y las dudas. en esta situación la realidad se compone de llamas y humo como una casa exótica. todo depende de con qué ojos miramos y con cuánta intensidad. en sus ventanas carne roja en el asador y en su propio jugo
existe el hambre del otro y su sensualidad ensamblada dentro de verbos de verbos y espejos de palabras. tiempo biográfico sobre el mapa de los espermas del mundo, tiempo de cigarro y vino tinto bebido en el cuenco de las manos como dentro de un embalaje antiguo cuando el día cae (deipnón)
el amor es una ración cocinada que pasa de una caja craneal a otra, como en la plaza el cerdo, el buey y el cordero acuchillados y cortados con o sin hueso
no existen sino hechos ideales, colecciones privadas de hechos y sobre todo de sucesos jerarquizados por tamaños y consistencias e intereses y debilidades, como unas cadenas tróficas de alfileres o agujas de coser
no podemos caer por medio del amor mucho más que un ciego encaramado a una fosa prismática (cualquier amor se instaura sobre un juego suicida con muretes alrededor
cuanto más juegas tanto más emprendes una vana acción buscando el sentido de la cual incluso puedes perecer)
existen miles de formas de admitir que cuando nos soñamos a nosotros con otros hasta nosotros mismos creemos que nos hemos habituado a la vida y la muerte y que somos bastante capaces y lúcidos para tener de todo sí y hasta incluso despertamos a veces y con provecho
doy cuerda a mi corazón de bolsillo lo vacío de pequeñeces: está grave y así desnudo no tintinea no se sostiene sobre el puente colgante, en sí mismo es solo un síntoma cosas caídas en el mutismo y en la desgracia. cómo podría sobrevivir con él cuando se ha convertido en un objeto de arte digital (su tic-tac es una lucecita verde que centellea solo cuando se le responde con otro tic-tac). tengo por casa una carnicería eufórica
el amor no es lo que se cree que es y no conduce en modo alguno hacia la divinidad, el amor no es ni siquiera es una forma de higiene mental, un tantra atornillado en el sexo de la mente como en un jardín japonés la ternura no es ni siquiera un razonamiento inferido de dos premisas y las dos cuerdas vocales de una soprano
la santa ternura es una nadería absoluta una aberración provocada por el roce en la que si algo es dado y alcanzado, de ese don y esa ofensa surgirá necesariamente algo diferente del don y el perjuicio. Hasta el mismo aristóteles tenía miedo de las palabras con retrovisor o de las mujeres profetisas
y ahora
yo
aquí, con la boca llena de clavos, corrijo la gramática del amor. según van saliendo fuera las verdades una a una, yo les voy clavando con el puño un clavo en el cráneo: cilíndricos rayados alcayatas puntillas pernos trépanos y tachuelas. y no puedo decir cuanto me duele cuando a mis palabras les entra un clavo en el cerebro
desde el interior veo como todo se repite y se cambia hasta el gran clavo cerebral
luego la culpabilidad
como un himen y eléctrico y circular
La poesía No
La poesía no necesita ni de umbral ni de puerta o de ventana
o de tejado, ni siquiera uno de esos con testas de león,
La poesía no es santa iglesia que corre junto a sus
constructores hacia el cielo
La poesía
No ejerce el sexo ni eyacula
Como tortas de girasol bajo las lluvias de noviembre
Ostentosamente
La poesía no es el papel higiénico de los inocentes
La poesía no es el sepulcro o las rocosas Islas Diomedes
(el único lugar donde Rusia y Estados Unidos tienen una frontera común y visible)
La poesía no es una carabina expuesta en un museo
La poesía no sale a la luz nunca
Y no obliga ni coge bruscamente a nadie del pescuezo
La poesía no se emite por radio ni se ve por televisión
La poesía no se contagia de unos a otros como un herpes
Ni siquiera sobre los cráteres de la pálida luna de Saul Wilians
La poesía no es una reliquia del estómago de T S Eliot
La poesía no coloca palabras sobre el fuego o sobre el hielo
para que simplemente sintamos por dentro más calor o más frío
La poesía no es una chica sin billete que huye del revisor
arrojada del tren y forzada a seguir descalza por las vías
y no provoca ni lo sobrenatural ni lo supranacional
La poesía no es un carro de mariposas de colores
del que jóvenes vírgenes aldeanas tiran desnudas con los ojos
vendados
La poesía no es un desmadre, un campo de varones con los falos
alzados hasta tocar la frente
La poesía no le pide nadie que la cargue de críos
La poesía no es una explotación entre generaciones
La poesía no sabe que existen los poetas
Albarán
A mí se me ha prohibido que llore o que ría cuando escribo
A mí se me ha prohibido que vuelva a ser niña cuando escribo
A mí se me han hinchado los pezones cuando escribo
A mí me ha venido la regla cuando escribo
A mí se me ha quemado el algodón entre las piedras cuando
escribo
A mí me han dicho con quién tengo que casarme y por qué
cuando escribo
A mí me han llegado los labios al cielo y la barriga al cuello
cuando escribo
A mí me han puesto delante un listón para saltar con pértiga
cuando escribo
Mantis religiosa
Nos fijamos rendez-vous para hacer gente donde hay gente estropeamos todo cuanto puede ser estropeado.
Nos multiplicamos. Cortando mapas de nuestra piel retorcida encima de los huesos con ellos con ellas como la vegetación de la antigua Mesopotamia donde los beduinos y los camellos buscaban sus cobijos extendemos el desierto de los huesos hasta los oasis del Éufrates. Y hasta el Tigris. Mojamos nuestra esperanza en cada uno de los animales próximos a los que sacrificamos. De su sangre hacemos nuestras precipitaciones. Medimos nuestras fuerzas con pedazos de cristal ahumado con labios llenos de babas saladas. Cada vez más cerca, cada vez con más insistencia. Como en las bodas de las monjas dejamos de movernos estamos camuflados uno en el otro. Aseguramos la perpetuación de la especie mientras nos comemos recíprocamente
TRADUCCION: ENRIQUE NOGUERAS
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BIONOTA
Rodica Draghincescu nación en Buziaș (Timiș). Licenciada en Letras (especialidad de Francés y Rumano) por la Universidad de Vest de Timișoara), ha trabajado en las Univerdidades de Vest, Tibiscus y el Instituto de Literatura Titu Maiorescu/Academia Rumana. Su primer volumen de poesía, Aproape Cald (Casi caliente) apareció en 1993; a este han seguido otros ocho libros de creación literaria. En Rumania, RD se ha publicado con doce libros (poesía, novelas, ensayos literarios, crítica literaria y entrevistas con personalidades culturales).
El año 2000 obtuvo una beca de estudios literarios en Alemania, donde hasta ahora se han publicado cinco traducciones de sus libros (poesia y novelas). Rodica Draghincescu es además una escritora Bilingüe que desde el año 2000 escribe prioritariamente y directamente en francés. En Francia se ha publicado siete libros (2 novelas traducidas del rumano, un libro de entrevistas y 4 libros de poesía, escritos en francés). En Luxemburgo, un libro de poesía.
Rodica Draghincescu es miembro de la Maison des écrivains de París, de la SDGL de París y de la Unión de escritores alemanes DIE KOGGE. Ha dirigido las colecciones de poesía de la editorial berlineza Klak. Ha impartido numerosas conferencias y talleres en Alemania, Estados Unidos, Canada y Luxemburgo.
Ha participado en numerosos festivales internacionales de literatura, donde presenta sus poemas en forma de performance poética en colaboración con músicos. Y usando distintos registros de voz para escenificar su poesía.
Entre los numerosos premio que ha recibido se cuenta el de la Unión de Escritores de Bucarest (Rumania).
En 2010 Rodica Draghincescu fundó la Revista digital plurilingüe y multicultural Levure littéraire (Francia-Rumanía-USA-Alemania). Vive y trabaja en Metz, la capital de La Lorena, desde 2006. Es consejera y asesora cultural de varias universidades, liceos y colegios, así como asesora cultural del Ministerio de Educación de Luxemburgo.